La soledad me trepa por el tallo
y mi raíz es soledad quemante,
estoy solo hacia atrás y adelante
y así crezco entre penurias y batallo.
Me enfrento solo contra el sol y el rayo,
contra la pampa bárbara, abrasante.
Soy humo inmóvil, verde, desafiante,
cien ramas para arriba y un caballo.
Que nadie venga a acompañarme y ponga
su otra soledad junto a la mía.
Yo soy como una tierra que prolonga
misterios vegetales, y me inmolo
en gorriones de pan y lejanía.
Dejadme solo, en paz. Dejadme solo.
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